martes, 9 de febrero de 2016

La hormiga y la mariposa.

La hormiga vuela pero su paseo aéreo pasa desapercibido, la vista es excepcional descubriendo ella que vivir al ras, aunque productivo, fue una triste forma de aprovechar su corto tiempo existencial, pero ahora se separó del grupo de trabajadoras, decidió tomar un descanso, no por cansancio, más bien por aburrimiento, el mismo trabajo, las mismas caras, los mismos peligros.
Mira hacia la tierra y ve a sus hermanas, amigas, sus compañeras, sabe que están en esa gran mancha que desmiembra pedacito a pedacito a una libélula, picoteada por un pájaro que quería degustarla, pero en vuelo no la pudo retener en su pico y ésta cayó en el área frecuentada por sus compañeras.
Debo agradecer a la naturaleza por dejarme vivir lo suficiente para que las alas me permitieran cambiar mi rutina, ver al mundo circundante, conocer realmente el tamaño de las cosas y seres, la inmensidad del horizonte, esto es increíble, quisiera que mis amigas y hermanas tuviesen la misma suerte que me ha abrazado, las posibilidades infinitas en la insignificancia de mi conciencia en un mundo plagado de conciencias, los colores, las emociones, los recuerdos, las miradas, acariciar las patas entre mis patas, disfrutar los momentos uno a uno, un buen día, una despedida en las tardes a la hora de ir a descansar, para después alzar el vuelo, desafiar a la gravedad, girar libremente en tirabuzones, embriagarme con mi propio mareo por falta de costumbre, simplemente ser diferente, ser brillante en el cielo, sentir más allá de lo aprendido.
Volaba la hormiga aferrada a las alas de una mariposa que abordó mientras ésta bebía agua en una hoja llena del rocío nocturno, el insecto lepidóptero multicolor desciende nuevamente a la tierra, tiene sed, se posa delicadamente en los restos vegetales y bebe, se refresca, se hidrata y mientras lo hace no se percata de las fauces de la serpiente que la envuelven repentinamente, en lo sucesivo todo se transforma en una corta pesadilla, entró en un cuarto oscuro donde es humedecida con saliva, masticada, triturada para finalmente ser engullida, y con ella la hormiga que por unos instantes pudo volar, ser libre, ser diferente.

PAO.

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