domingo, 28 de febrero de 2016

Pensamiento del día (de las culpas del Niño).


- El Niño no es culpable del bajo porcentaje de facturación por consumo de agua potable en el ámbito de responsabilidad de las empresas Hidrológicas de este país, hecho que no permite a los ciudadanos ajustarse a un consumo racional per cápita no superior s 250 Litros por persona por día (LPPD). Históricamente, el promedio en épocas de servicio continuo supera los 400 LPPD, lo que implica un desperdicio apreciable en el uso de las aguas almacenadas que se potabilizan.
- El Niño no es culpable de la ausencia de sentido común de los dirigentes para entender que se debe invertir dinero en los programas de reducción de pérdidas de agua en los sistemas de conducción y distribución.
- El Niño no es culpable de la falta de guáramo de los dirigentes de las Hidrológicas, casa Matriz y Ministerio Responsable para proponer un sistema tarifario acorde a la realidad económica del país y pedir su aprobación al Ejecutivo nacional. El costo de un café grande en Venezuela (180 Bolívares), probablemente es superior al monto mensual que se le factura a más del 75% de la población por un consumo mensual de 30.000 litros de agua.
- El Niño no es culpable de la Desinversión que han sido objeto las plantas de tratamiento de agua cruda para convertirla en agua potable y las estaciones de bombeo, es decir, la falta de planificación en la obtención de recursos y la implementación de los programas de rehabilitación.
- El Niño no es culpable de la contaminación de algunos embalses propiciada por el transvase desde otras fuentes cuya calidad es inadecuada y se encuentra fuera de normas.
- El Niño no es culpable de la inobservancia por parte de los responsables gubernamentales en lo que se refiere a la difusión de permanentes campañas por todos los medios audiovisuales de este país, a fin de concientizar a los ciudadanos en el uso y consumo de agua potable.
- El Niño no es culpable de las reiteradas reparaciones de fugas que realizan muchas cuadrillas en el mismo sitio por no contar con una supervisión adecuada y el conocimiento necesario para no desperdiciar agua potable y dinero.
- El Niño no es culpable de la falta de Planificación del entorno Hídrico en lo que a control de extracción de los embalses se refiere, tomando en cuenta historia pluviométrica, datos de consumos, crecimiento poblacional, nuevas incorporaciones, etc.
- El Niño no es culpable del retraso en la puesta en servicio de nuevos embalses y sistemas de producción y potabilización previstos más de treinta años atrás (Tuy IV).
- El Niño no es culpable de la falta de control y sanciones por parte de los Ministerios Ambientales o Ecoturisticos, a las empresas que contaminan con desechos tóxicos las fuentes de agua de este país.
- El Niño no es culpable de la falta de control y eliminación de tomas ilegales en los Sistemas de Conducción y distribución de agua por parte de las empresas Hidrológicas y los cuerpos de seguridad del estado.
- El Niño no es culpable de la falta de vocación de muchos servidores públicos en Venezuela, quienes creen estar por encima de aquellos que les pagan el sueldo y los irrespetan con sus acciones, omisiones, trato, etc.
- El Niño no es responsable de la falta de comprensión y análisis creativo de quienes están encargados de los asuntos Hidrológicos en este país, esos que no han terminado de entender que si la mayoría de los ciudadanos entiende su rol y responsabilidad en el uso del agua potable, el consumo podría reducirse alrededor de un 35%, disminuyéndose con una proporcionalidad equivalente el gasto de energía eléctrica, cuyo ahorro se descargaría de la producción de Hidroenergía, otorgando por ende mayores días de reserva para producir electricidad. Por otro lado, al disminuirse la producción, se reduce también el gasto vinculado a las sustancias químicas, además de facilitar el tratamiento por la disminución del caudal procesado. Todos los ahorros asociados a la racionalización del consumo, generan ingresos adicionales para mejorar los sueldos de los empleados, crean una disponibilidad monetaria para rehabilitar los sistemas que funcionan de manera irregular y permite ofrecer un mejor servicio a la gente, en lo que a calidad y continuidad se refiere.
- El Niño no es culpable cuando muchísimos Servidores Públicos son en realidad Servidores Políticos.
-El Niño no es responsable de muchísimas otras anomalías que condicionan la calidad y continuidad del agua potable que deberíamos recibir en todo el territorio nacional.
El Niño no es culpable, el Niño es una variable más de la ecuación de servicio, el culpable es el adulto y mientras éste siga responsabilizando al Niño por sus informalidades profesionales, ignorancia, desconocimiento técnico, ineficiencia y falta de sentido común, poco avanzaremos en la mejora de los servicios públicos en este país.
El Niño es el menor de nuestros problemas en lo que a falla de servicios públicos se refiere, pero paralelamente es la mejor excusa enmascarada por su intangibilidad a la hora de pedir explicaciones.
PAO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores